martes, 17 de septiembre de 2013

El nombre de Roma

La etimología de la palabra "Roma" todavía no ha sido documentada con absoluta certeza. Los antiguos sostenían que derivaba del nombre de su fundador, Romulus (Rómulo), pero parece que ocurrió al revés, que Roma dio nombre a Rómulo, un personaje posterior a la fundación de la ciudad, para justificar el nombre de la misma. 


Una hipótesis, que ha sido desmentida al no descubrirse de ninguna influencia griega en el Lacio, pretendía derivar el nombre de Roma del griego róme ("fuerza"). 


Se atribuyó también el origen de la etimología a las antiguas formas itálicas que sirvieron para nombrar al Tíber, llamado Rumon, o del monte Palatino, citado como Ruma ("Seno").



Las dos hipótesis más aceptadas derivan el nombre de los antiguos habitantes de la zona.

Hagen Schulze, historiador alemán de la Universidad Libre de Berlín, sitúa las raíces etimológicas de Roma en una estirpe etrusca llamada Ruma, y estudios recientes le otorgan el significado de "río", con lo que Roma definiría a un "pueblo sobre el río).





El nombre de Hispania

A la península Ibérica los romanos le dieron el nombre de Hispania.


Aunque su etimología presente fuertes controversias al parecer deriva del vocablo púnico spanija ("Tierra de Conejos"), que los romanos adaptaron como Hispania (también Ispania) en sustitución de Iberia, el nombre que le daban los griegos. El topónimo deriva de la gran cantidad de conejos que había en Hispania. 

Tanto abundaban que han dejado numerosa literatura y el año 151 a.C. el ejército de Lúculo se vio obligador a alimentarse con carne de ciervo y conejo. El nombre de Hispania se registra por primera vez en un escueto texto de la Historia romana de Ennio (200 a.C.) que reza: "Acordaos de que me habéis oído hablar como hispano, no como romano".

La voz de Iberia aparece por primera vez en la literatura griega, citada por Hecateo, aunque nunca definió al conjunto de la Península Ibérica sino solo a las costas sur y este. Avieno limitó el territorio de Iberia al este del río Anas (Guadiana) y al oeste del río Tinto.

Viriato (Viriathus), amigo del pueblo romano, líder de los Lusitanos, rey de los Hispanos


Viriato, en la serie española, Hispania la leyenda. Nos representa como podría ser la imagen del pastor.


De este caudillo de los pueblos lusitanos se desconoce a ciencia cierta su origen y la fecha de nacimiento. Portugal y España se disputan ser su patria natal. Los portugueses aseguran que nació en algún lugar de la Serra da Estrela y en España se le sitúa en Torrefrades (Zamora) porque un viejo dintel señala "Casa de los Biriato" y en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres), si hacemos caso de la tradición oral.
                                                                                      Estatua de Viriato en Viseu (Portugal)
Viriato (Viriathus en latín) se puso al frente de la sublevación de los lusitanos contra las atrocidades de Galba y, gracias a su buen conocimiento del terreno, por donde había guiado sus rebaños, a las emboscadas y los golpes de mano, logró mantener en jaque a las tropas romanas durante ocho años (de 147 a 139 a.C). La audacia de sus acciones le llevaron hasta el valle del Guadalquivir. Allí se enfrentó al romano Vetilio, le derrotó y dio muerte, y se adueñó de la Ulterior. Luego trasladó a sus leales (unos 10.000, según Apiano) a la Carpetania y venció a los soldados de Plaucio y a las bien pertrechadas tropas de Claudio Unimano, gobernador de la Citerior. Roma se veía impotente para aniquilar a quien consideraban un simple pastor, sin preparación militar, y en un último esfuerzo mandó a Hispania a los cónsules Quinto Fabio Máximo y Cayo Lelio (apodado Sapiens). El primero logró derrotar a Viriato (144 a.C.) en una batalla, pero sin conseguir el exterminio de sus tropas, que se reagruparon y siguieron instigando a los romanos.

Los Celtíberos, animados por las victorias del lusitano, también se alzaron en armas contra Roma. La situación en Hispania se hacia día a día más delicada y los romanos veían peligrar sus posiciones, conquistadas tras años de luchas y sacrificios. Para colmo Quinto Fabio Máximo, que había sido nombrado gobernador de la Ulterior, se enfrentó de nuevo a Viriato y en esta ocasión sus tropas fueron derrotadas. Quinto Fabio Máximo, acorralado, se vio obligado a firmar un tratado de paz (140 a.C.), posteriormente ratificado por el Senado (según Apiano;Tito Livio asegura que el Senado lo recibió como una afrenta), que reconoció a Viriato como dux lusitanorum ("líder de los lusitanos"; anteriormente le llamaban dux latronorum o "líder de los bandoleros") y le dieron el título de amicus populi romani ("amigo del pueblo romano"). Roma dominaba la diplomacia y sabía cómo agradar a sus enemigos.

Servilio Cepión, hermano y sucesor del anterior, rompió el tratado de paz. Se enfrentó a las tropas de Viriato y las obligó a retroceder hasta la Lusitania, pero sin lograr su derrota absoluta. 
Viriato intentó de nuevo negociar la paz y envió para entrevistarse con Servilio Cepión a sus lugartenientes Audax, Ditalco y Minuro. Estos tres lugartenientes aparecen en distintos textos con nombres diferentes: Aulaco, Dualcon, Miminuro, etc. 
Servilio Cepión les recibió en su campamento y les ofreció una gran cantidad de dinero si traicionaban a Viriato. Aceptaron y le asesinaron mientras dormía en su tienda.




jueves, 1 de agosto de 2013

¿Qué significa el término Lupanar?

Esta literaria y enfática forma de referirse a un prostíbulo o burdel procede del latín, lengua en que las prostitutas eran a veces designadas popularmente con el vocablo lupa (loba), aunque los romanos cultos preferían la palabra meretrix (la que se gana la vida por sí misma). La costumbre romana de denominar lobas a las prostitutas podría venir de la propia leyenda de Rómulo y Remo, en la que se cuenta que ambos fueron amamantados por una loba, que, según la interpretación de algunos escritores de tiempos imperiales, habría sido en realidad una prostituta. También podría deberse a las Lupercales, fiestas que se celebraban en febrero en honor al Dios Luperco y en las que las mujeres que se entregaban a la prostitución sagrada con los sacerdotes del templo, los luperci, acabaron siendo llamadas lupae.

Curiosidad...




Cartago fue fundada por una princesa huida. La fenicia Elisa o también llamada Dido abandonó Tiro después de que su hermano Pigmalión matase a su marido. Acompañada por aristócratas y comerciantes que apoyaban sus derechos, creó Cartado.





¿Que emperador romano gobernó desde Hispania?

Octavio Augusto, que convirtió Tarraco en su capital durante unos dos años. El poderoso emperador había venido hasta Hispania a mediados del siglo 27 a.C. para dirigir personalmente al ejército romano en las Guerras Cántabras. Antes de dirigirse a ellas, decidió invernar en el cálido clima mediterráneo de la ciudad señera de la nueva provincia Citerior Tarraconense. Después marchó al frente de batalla en el norte, pero volvería a Tarraco antes de tiempo motivado por dos inesperados sucesos: enfermó en campaña y, además, estuvo a punto de morir porque un rayo cayó cerca de su litera y fulminó a uno de los esclavos que la portaba.


Así, alargó su estancia en la actual Tarragona, a la que convirtió en máximo centro de poder romano a todos los efectos: recibía embajadas, tomaba decisiones administrativas y estratégicas e incluso celebró allí la solemne investidura en sus consulados octavo y noveno, de carácter anual, los días 1 de enero de los años 26 y 25 a.C.




Moneda de Oro con la efigie de Augusto procedente de Pérgamo (Museo Arqueológico, Madrid).




viernes, 1 de marzo de 2013

Las Clases sociales en la Antigua Roma


Clases sociales
La sociedad romana, como muchas otras sociedades antiguas, se basaba en la desigualdad, y, como en toda sociedad desigual, la tensión entre las clases y su dialéctica es el motor de su historia y su principal característica.
Las clases que se distinguieron fueron cinco: patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos. La tensión entre patricios y plebeyos y las rebeliones de los esclavos fueron las más importantes noticias políticas; las tres primeras fueron las clases con mayor actividad política; las otras dos, menos.
Esta organización social no fue estática durante toda la historia de la antigua Roma. Hubo tensiones, cambios, evolución.

En la Monarquía
En los primeros tiempos la desigualdad social se basaba en el nacimiento y en la religión. La sociedad romana presentaba dos grandes tipos de ciudadanos: los libres y los no libres (los esclavos, lat. servi).
Los ciudadanos libres, a su vez, se dividían en privilegiados (los patricios, en lat. patricii) y en no privilegiados.
Los ciudadanos no privilegiados podían ser independientes (los plebeyos, en lat. plebeii) o dependientes (los clientes y los libertos, en lat. liberti).


Patricios 
Eran las primeras familias asentadas en Roma y sus descendientes. Cada una pretende descender de un antepasado más o menos divinizado (pater). Los que tienen un mismo pater forman una gens, llevan el mismo apellido (nomen gentilicium) y celebran un mismo culto (sacra gentilicia).
Desde el principio de Roma, los patricios y sus familias constituyen el primer eslabón social. Estos patricios poseían esclavos, probablemente muchas veces en gran número. Los patricios están en la base de la fundación de Roma y, por tanto, son ciudadanos romanos. Tiene la exclusiva de los cargos públicos, y dirigen la vida de Roma.
Más tarde el derecho de ciudadanía se extiende a las llamadas minores gentes, es decir a los que procedentes de otras ciudades o dentro de la misma ciudad sin ser patricios, adquirieron la ciudadanía romana. Los patricios decían que eran los parientes de los fundadores de Roma. (Rómulo fue el fundador y primer rey de Roma)

Clientes
Los clientes eran los extranjeros o refugiados pobres, sujetos a patronazgo de un patricio, el cual le brindaba ayuda económica, lo defendía ante la ley, y lo dejaba participar de las ceremonias religiosas a cambio de que éste lo acompañe en la guerra y lo ayude en todos los trabajos en el que el patricio lo solicitara. Los patricios se enorgullecían de tener clientela grande o importante

Plebeyos
Constituyen la mayor parte de la población (la multitud), compuesta también con extranjeros, refugiados pobres o clientes que se habían enemistado con sus "patronos". Eran considerados hombres libres, por lo que no podían participar en lo político ni en lo religioso.

Esclavos 
Es el destino normal de los presos de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho: eran instrumentum vocale ("herramienta que habla"). Hacían gratis los peores trabajos y de por vida. El trato dependía del carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la expansión de Roma.